La propuesta de formar una red nació de dos iniciativas fundamentales: una de parte de organismos defensores de la libertad de expresión solicitando a los académicos de la Universidad Autónoma Metropolitana -Xochimilco (UAM-X) que se pronunciaran y actuaran respecto a la violencia sistemática en contra de periodistas, comunicadores y personas relacionadas con el ejercicio de la libertad de expresión en México.
Otra iniciativa que sucede a la anterior, deriva de dos pronunciamientos generados en la Universidad Autónoma Metropolitana, primero, en el Consejo Académico de la UAM Xochimilco (a raíz de una solicitud lanzada por profesores de la Carrera en Comunicación y la Maestría en Comunicación y Política), y después en el Colegio Académico, instancia en la que confluyen todas las unidades de la Universidad Autónoma Metropolitana.
En ambos pronunciamientos se condenaban los ataques a los comunicadores perpetrados en los últimos años en México, y, sobre todo, en 2017. En los textos se señalaba que dichos ataques “atentan profundamente contra el quehacer de las universidades en su conjunto” y sirven para “alertar a toda la sociedad sobre el silenciamiento que ya sufren algunas universidades en nuestro país”.
En el pronunciamiento del Colegio, se convocaba además “a otras instituciones de educación superior a crear iniciativas de articulación, análisis e investigación sobre las múltiples formas de violencia ejercidas contra los comunicadores y sus estrategias de difusión”.
Es por ello que en la Red por la Libertad de Expresión contra la Violencia a Comunicadores converge el trabajo de académicos de múltiples universidades, periodistas, comunicadores, organismos defensores de periodistas, de la libertad de expresión y el derecho a la información, asociaciones de investigadores de la comunicación en México y América Latina, consejos que aglutinan a facultades y carreras de comunicación, así como asociaciones de la sociedad civil sensibles a la problemática.
-Apoyar a comunicadores amenazados a corto y mediano plazo;
-Investigar la situación de la violencia y múltiples amenazas a la libertad de pensamiento y expresión en México, así como sus alcances políticos en nuestra sociedad;
-Visibilizar a nivel nacional e internacional la problemática de dichos ataques; denunciar, generar presión al gobierno, movilizar a través de campañas, foros, reuniones y producir iniciativas para combatir los distintos ataques a libertad de expresión y de pensamiento.